2.11.10

Fin de la baja

He pasado dos meses, que se dice pronto, de baja y sin poder coger un pincel (ni un lápiz, ni la cámara de fotos, etc.). Ninguno momento es bueno para que te pase algo así, pero me puse pachucha cuando estaba a punto de terminar dos encargos. Si no los puedes terminar no los entregas, si no los entregas tampoco cobras...


Por sacar algo positivo de la experiencia diré que he aprendido varias lecciones valiosas durante este tiempo, en especial la necesidad de estar económicamente protegida en caso de no poder trabajar por una larga temporada.


Aún no estoy al 100% y espero no estar lanzando las campanas al vuelo antes de tiempo; pero me ha dado una alegría enorme poder meter unas horitas a los dos retratos que tuve que dejar en vilo. Hoy los doy por terminados, a ver si se desencapota el cielo y hay luz suficiente esta semana para sacar unas buenas fotos.


A falta de pan, buenas son tortas; así que de momento habrá que conformarse con fotos informales de calidad pobretona. Estoy tan ilusionada que me puede el ansia por compartirlas.






Ambos retratos están pintados al óleo sobre cartón entelado de 50x40 cms. Hoy los dos por terminados, pero siempre cabe la posibilidad de pequeños cambios o una capa de barniz de retoque.

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