Mi pericia como modelo era prácticamente nula. Algunas rotaciones entre estudiantes con poses cortas en las clases de dibujo de la universidad y una sesión fotográfica en la que estuve más tensa que la cuerda de un violín. El reto esta vez iba a ser pasar dos horas y media sentada (con dos pequeñas pausas en medio), manteniendo la postura y sin que me entrase el sueño.
Al final fue una experiencia positiva para todos. Yo disfruté del cambio de rol y observar cómo trabajan los demás, y a ellos les sorprendió lo estoicamente que puedo aguantar una pose de principio a fin. Me fui a casa con el título honorífico de estatua humana a la modelo que menos se mueve.
Para el futuro u otras personas a las que les pueda interesar aquí dejo los consejos que saqué de esta sesión:
Cómo posar para un retrato al natural
- Busca referencias en el espacio para orientar las partes del cuerpo. Así tras las pausas podrás retomar la misma postura. Por ejemplo: las piernas orientadas a un punto, el tronco a otro, la cara a otro...
- Evita las tensiones. Si notas tensión en una cierta postura el efecto será acumulativo a medida que pasa el tiempo, se vuelve más difícil permanecer en la misma posición y puedes llegar a hacerte daño.
- No cortes la circulación. Con buen tino me pusieron una caja bajo los pies para que las rodillas estuviesen más elevadas que el final del asiento y durante la última parte eché en falta no estar sentada sobre un cojín.
- Hidrátate. Ten a mano agua y cacao para los labios. Si te ponen cerca focos de luz seguramente acabes notando los efectos del calor.
- Aprende a meditar. Mi truco para mantener la postura y no aburrirme fue seguir algunas de las pautas de esta infografía sobre cómo meditar: mantener la espalda recta, las manos en el regazo, concentrarme en la respiración y dejar pasar los pensamientos.
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