30.3.15

Dibujo a carboncillo: Retrato póstumo

Dibujo a carboncillo, retrato postumo
Retrato póstumo. Dibujo a carboncillo sobre papel.

Conocer al sujeto de un retrato supone una diferencia abismal a la hora de representar su personalidad. Cuando alguien te pide un dibujo o pintura a partir de una foto que ha tomado otra persona, no es consciente de la poca información que te está dando y lo que ha limitado tus opciones.

Si es posible, intento sacar las fotos de referencia yo misma. Pero en casos como los retratos póstumos hay que trabajar con el material que se tiene, ver muchas fotos y seleccionar un grupo de ellas que te aporten toda la información que necesitas.

El dibujo a carboncillo que ilustra esta entrada es el retrato póstumo de una amiga de la familia. Era una mujer que irradiaba a la vez humildad y tremenda elegancia. La recuerdo siempre serena, amable y con una sonrisa que se alegraba sinceramente de verte en los labios.

Este retrato fue un encargo realizado con muchísimo cariño por el aprecio que siento (aunque la persona ya no esté con nosotros, el afecto no se pasa) tanto por ella como por su pareja que era quien iba a recibirlo como regalo. Al principio mi intención era hacer pintar un cuadro al óleo de tamaño medio-grande, pero pensando en la emoción que podía evocar una presencia de esas dimensiones me decanté por una imagen más pequeña que ayudase a recordarla sin entristecer a quienes la sobreviven.

Entre amistades y familiares cómplices fueron recopilando fotos y, aunque la mayoría de ellas no eran aptas para un dibujo, hubo suerte con la última tanda. No es el tipo de fotos que yo hubiese sacado, pero contenían parte de su esencia sencilla y luminosa además de estar bien definidos sus rasgos.

Dibujo carboncillo, retrato postumo.
Dibujo a carboncillo enmarcado con paspartú y cristal.

Pasadas unas semanas, después de que le entregasen el dibujo ya enmarcado, coincidí en un lugar público con el viudo a quien no veía desde hacía unos años. Fue un encuentro muy emotivo. Me contó que el retrato le había gustado mucho, pues así, exactamente así era era su amor, que lo había colgado en un lugar destacado dentro de su cuarto para tenerla a su lado y verla todos los días. Nos faltó el canto del duro para echarnos ambos a llorar ahí mismo.

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